Descripción
¿Qué aprenderás?
En cuanto a los padres, será importante permitir espacios exclusivos para los adolescentes; que eviten estar siempre pendientes de lo que hace o no, si ordena el cuarto, si ya hizo la tarea, si está mucho tiempo en el celular, si se peleó con los hermanos, etc, pues con ello se favorece la vivencia de una atmósfera controladora, de la que el adolescente va querer alejarse y no siempre tendrá la tolerancia o delicadeza para hacerlo cordialmente. Los padres tienen que intentar mantener algo así como una distancia cercana, en la que sus hijos adolescentes puedan vivirlos lejanos, pero no tanto como para no sentir su figura como un apoyo continuo.
Estos espacios, permitirán por otra parte una posibilidad para manejar las emociones, especialmente aquellas de difícil trámite: el enojo, la tristeza, la ansiedad, la frustración entre otras. Serán como una vía de desahogo, el escuchar un concierto, platicar con los amigos, hacer un curso, etc., pueden ayudar a metabolizar las emociones, como lo pensaba Freud, a sublimar.
No obstante, no para todos será suficiente este tipo de opciones, en circunstancias particulares, para algunos será muy difícil contener sus emociones y estas pueden llegar a desbordarlos. Ante ello, es importante encontrar espacios en los que el adolescente pueda conocer e identificar las emociones que siente, en los que pueda hablar de su sentir y de su malestar, una opción puede ser acudir a terapia, actualmente la mayoría de terapeutas trabajan en línea, realizar llamadas a centros de apoyo emocional, tomar talleres para manejo de emociones, entre otros.